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Foffo Goddy

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nombre

No nos llamamos Foffo Godoy

por Arturo Pardo · 31 de mayo, 2012

¿A quién le gusta que le digan mal el nombre? …ni siquiera a Jecsinior. Es por eso que queremos hacer la aclaración de que:

¡No nos llamamos Foffo Godoy! ¡Carambas!


Quién sabe cómo o porqué, hay muchas personas que leen así nuestro nombre. ¿Se parecen mucho la “o” y la “d” como para confundirlas de esa manera? Les damos el beneficio de la duda; tal vez sí se parecen por la bolita. Sin embargo, de repente sentimos que el error es tan común que tuvimos que formarnos nuestra propia hipótesis sobre esta equivocación:

En Costa Rica estamos tan familiarizados con la familia Mejía Godoy que quizá asumen que Foffo Godoy es el apodo de Rodolfo Godoy, primo de Carlos Mejía Godoy y Luis Enrique Mejía Godoy, tío político de Luis Enrique y Ramón.

¿Será que es eso lo que piensan de nosotros? Bueno, si su teoría era esa venimos a refutarla. No hay tal Rodolfo en el árbol genealógico de la prolífica familia nicaragüense (o por lo menos no es famoso). Si es que existe, lamentamos contarles que nosotros no somos él. Si aún le quedan dudas, les abreviaremos la justificación para que nos crean: la segunda parte de nuestro nombre no es Godoy.

Este es el error más frecuente a la hora de decir Foffo Goddy, un nombre que en algún momento pensamos que sería fácil de encontrar en Internet, pero que, probablemente, no es el más pegajoso o catchy. “¿Para qué se ponen un nombre tan complicado?”, nos dijo un amigo.

                      Imagen tomada el 29 de mayo en el Auditorio Nacional.

Agradecemos de verdad que ACAM haya incluido nuestro nombre en la lista de artistas nacionales que apareció en la manta que decoraba el escenario de la ceremonia de este año. El problema fue que nuestro nombre apareció tan grande como mal escrito, lo que nos motivó a hacer esta aclaración.

Eso sí, desde mucho antes ha habido quienes nos han apodado de otras formas diferentes a como realmente nos llamamos, así que era cuestión de encontrar una evidencia fotográfica para terminar de escribir este texto.

Ahora, sigamos con los fails de nuestro nombre; vamos entonces con el apartado “8 formas de decir mal nuestro nombre”, pues también nos han dicho de las siguientes maneras:

  1. Fofo y Godi
  2. Fofo Goofy (o más comunmente Fofo Goody)
  3. Fofi y GodoFofoy
  4. Foforofo
  5. Fofi
  6. Gogodofo Fo
  7. Fofín Fofín
  8. Fofo Godoy (está repetido, pero necesitábamos llevar la cuenta a 8)

Y solo para aclarar, asumiendo que es necesario. Foffo Goddy se pronuncia “Fofo Godi” aunque se deletrea F-O-F-F-O (espacio) G-O-D-D-Y.

Nunca nos hemos enojado con alguien que falla al decir nuestro nombre (edit:  sabemos que es un error humano que a cualquiera le pasa); en realidad siempre sonreímos con timidez, como quien no sabe decir que no nos llamamos así. Sin embargo con este texto, no está de más hacer la corrección del caso, así que agradecemos la corrección.

Antes de concluir con este texto queremos comentar que, si usted tiene una banda, o piensa en formar una algún día, tal vez usar un nombre como “Los caballeros del zodiaco”, no sean tan mala idea. Aunque ya exista en Internet, de fijo la gente se va a acordar mejor…

        ..que no nos llamamos Foffo Godoy 🙁

Este post tiene una relación directa con el que le antecede, así que tal vez usted quiera leer el anterior.

¿Por qué nos llamamos Foffo Goddy?

por Arturo Pardo · 23 de abril, 2012

La pregunta nos la han hecho muchas veces y aquí está la explicación oficial, la de “veritas”, la respuesta larga, pero necesaria. Advertimos que la historia no es tan interesante.

 En el 2008, cuando recibimos una llamada para participar en un concierto con Patiño Quintana y Elemento, todavía no nos llamábamos de ninguna forma, lo que nos facilitaba la tarea de no existir. El momento de “ser” nos parecía lejano. (Guarde esta frase filosófica tan profunda entre sus apuntes.)

               

 Con apenas cuatro piezas de repertorio, tener nombre era aún impensable, pero a pocos días del mentado chivo tuvimos que correr en la decisión de cómo nos llamaríamos, para aparecer de alguna forma en el afiche.

 La discusión del nombre sucedió por teléfono, quién sabe cuánto duró, pero al principio de la llamada nos pusimos tres reglas que serían determinantes para el nombre final:

  1.  Como cantamos en inglés pero nuestro idioma materno es el español, definimos que nuestro nombre debía pronunciarse igual en ambos idiomas.
     
  2. Nos impedimos llegar a un nombre que remitiera a alguna idea preconcebida; por ejemplo, no nos llamaríamos jamás algo así como “Caballeros del Zodiaco”, "Los guardianes del centeno", o “Los querubines de la música”, solo para citar tres ejemplos en los que nunca pensamos.
     
  3. Lo más importante de nuestro nombre final debía ser su inexistencia total en Internet, para así, facilitarle la búsqueda a quienes quisieran encontrarnos en formato virtual. (¡Vaya que nos ha funcionado!)

Aún por teléfono comenzamos a lanzar ideas, con sílabas irrisorias y ausentes de significado por sí solas. De repente, entre tanta jugadera silábica llegamos a la idea de Godi Fofo y luego Fofo Godi (así como lo ve).

(Inserte un silencio acá en señal de reflexión.)

Quién sabe cómo, dentro de aquella ridícula conversación, se nos ocurrió esto pero a ambos nos hizo gracia y comenzamos a darle vuelta a la idea mientras nos carcajéabamos. En aquel momento, además, le encontramos cierto sentido:

               

                                        Ellos son Fofo y Godi. <3<3

Fofo y Godi son grandes amigos nuestros desde el colegio, pero acá sus nombres reales los mantendremos en secreto para no avergonzarlos revelando su identidad. Aprincipios de la década pasada, al primero se le apodó “Fofo” como abreviatura de “Fósforo”, por su contextura delgada y prominente cabeza.

Al segundo, le pusimos “Godinez” por sus frecuentes ocurrencias en clase en los momentos más inoportunos, tal y como el personaje de la escuelita del Chavo del 8, que interpretaba Horacio Gómez Bolaños. 

El hecho de que el nombre viniera de dos buenos amigos nos hizo mucha gracia, e inmediatamente nos hizo probar otras ideas compuestas con apodos de compas: “Pussy Fresa”, “Cemen Tuma” (de Cemento y Tumadre) o “Marcia Gordillo”… evidentemente tuvimos que descartar estas últimas combinaciones.

Habiendo elegido Fofo Godi tomamos la decisión de escribirlo diferente para que se pudiera pronunciar de la misma forma en inglés que en español. El filólogo Miguel Vargas Arroyo –quien también es amigo nuestro así como de Fofo y Godi– nos justifica la decisión ortográfica de la siguiente forma:

“La doble consonante abrevia la vocal  previa. Si fuera solo ‘Fof’ se pronunciaría  ‘fof’, si fuera ‘fofo’ se pronunciaría ‘foufo’,  la segunda O modifica la primera  haciéndola más larga. La doble consonante le devuelve a la primera O su sonido original y devuelve la proncunciación ‘fofo’. Igual pasa en Goddy, donde la Y no hace ninguna diferencia, sino que la doble D genera que la O vuelva a ser corta "o” en vez de larga ‘ou’ “.

Y así entonces, nuestro nombre terminó siendo el Foffo Goddy de hoy. Por un momento pensamos que habíamos cumplido las tres reglas que nos impusimos desde un inicio. Sin embargo hemos notado que, lejos de ser pegajoso, el nombre se presta para muchas confusiones… pero de eso hablaremos en los próximos días.

 ¿Usted en qué piensa  cuando escucha el nombre "Foffo Goddy” por primera vez?

                          

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