Bar Jam, carretera a Santa Ana, 21 de noviembre, 2008.
Aquel fue un concierto de prueba y error, aunque fueron más los errores que las pruebas. En un paralelo a la televisión aquello sería como un capítulo piloto en el que nosotros estábamos haciendo un casting con nosotros mismos; nos pusimos en las pieles de muñecos crash test dummies, para ver de qué estábamos hechos. Nosotros éramos los primeros en presentarnos, luego seguía Patiño Quintana (el grupo que nos invitó) y finalmente Elemento, un grupo que –aparentemente– ya desapareció. El buen Erick Román hacía sonido y la verdad fue muy paciente con nuestra falta de experiencia.
El local estaba a medio llenar pero nosotros éramos el abre bocas, así que era comprensible que no estuviera el público en su totalidad para cuando íbamos a comenzar. Nuestro ensayo-repaso fue en la entrada a los baños del lugar (era lo más privado que podíamos encontrar), por lo que le estorbábamos a los clientes y nos hacían caras de pocos amigos por atravesarnos en la petición de sus vejigas y su objetivo final. Después de la breve y necesaria revisión de las piezas subimos con los dedos cruzados… y con el pie izquierdo.
Bastaron pocas notas para corroborar que la consistencia de nuestro material no era muy buena. Las pifias nos acompañaron durante las cuatro piezas de la noche, lo que conformaba un repertorio suficiente para demostrar lo que ya sabíamos: todavía no estábamos listos para chivear.
El 21 de noviembre del 2008, Foffo Goddy hizo su debut en tarima. El nombre lo habíamos elegido pocos días antes, en un intento desesperado de oficializar nuestra existencia, por lo menos para tener presencia en un bendito afiche.
La presión externa sirvió para aquello y el conjunto logró apodarse a tiempo para la ocasión. En el 2005 había sido la última vez que los dos músicos involucrados habíamos compartido tarima, por lo que nos sentíamos herrumbrados en el tema. Desde entonces mucha agua había pasado bajo el puente, pero poca había sido la aprovechada para la causa.
Para entonces, el setlist de Foffo Goddy era tan pobre como la habilidad para tocarlo de memoria. Con un atril en frente tratábamos de disimular nuestras dudas con las líricas, pero ni así. Innocent Victims quizás fue la primera canción del repertorio de aquella noche. Esa fue también la primera pieza que ensamblamos a dúo.
Las otras composiciones incluidas aquella noche (y las únicas que teníamos por el momento) fueron Parents and Son, una pieza sin título y Confused Memory. Esta última era un arroz con mango de riffs y versos, no tenía un coro establecido, era larga y con una estructura amorfa y molesta. En aquel momento esa nos gustaba pero poco tiempo después optamos por modificarla y finalmente por descartarla.
La pieza sin nombre se quedó también sin padrinos y sin interesados, por lo que la tiramos al basurero, mientras que, Innocent Victims, se quedó en el estañón de reciclaje (y hace poco la juntamos para reutilizarla en otro formato). De aquellas cuatro canciones Parents and Son es la única que ha sobrevivido practicamente intacta hasta el día de hoy. Esa pieza es tuanis… decimos nosotros.
Aquel setlist era corto, apenas como para subirse al escenario, tomar los instrumentos, experimentar la temblorina a dos voces y cuatro manos y bajarse sin estar muy claros de qué había pasado.
Hubo aplausos, eso no lo podemos negar, pero provenían principalmente de amigos y familiares que nos fueron a ver con la mejor disposición del mundo. En nuestras cabezas sentíamos que merecíamos salir por la puerta de atrás… pero el lugar no tenía. Aquel bar Jam lo cerraron meses después de que lo visitamos por primera y única vez.
El concierto nos dejó buenas lecciones, la mejor de ellas, decidir no volver a tocar hasta que no tuviéramos un repertorio más largo y que, además, estuviera más pulido. Nos enfrascamos durante casi dos años, hasta que decidimos aceptar que ya nos estaba agarrando la hora del burro y debíamos vencer miedos y subirnos al escenario una vez más.
Aquel segundo capítulo fue hasta el 4 de setiembre del 2010, una vez más gracias a la invitación de Patiño Quintana. De ese capítulo hablaremos en la siguiente entrega…
Fotos del 2008 por Ivanno Tentori.
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